Servicio Social en Investigación

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Servicio Social en Investigación

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El servicio social es una obligación para todos los profesionistas en México para los profesionales de la salud. Con el advenimiento del CONACYT, se determinó también que participar en la generación de conocimiento también podría funcionar como una actividad en el beneficio de la salud y se crea un programa que se llamó servicio social en investigación.
Avalado por la Secretaría de salud, este programa a nivel federal determina, junto con las escuelas de medicina, que un porcentaje de la población de pregrado de Ciencias de la Salud pueda hacer su servicio social enfocado en la investigación.

¿En qué consiste el servicio social en investigación?

Originalmente, el servicio social fue diseñado inicialmente para atender los problemas de salud de las poblaciones rurales o de las zonas más desprotegidas, así lo explica la Dra. Olga Graciela Cantú Rodríguez, especialista en Hematología Clínica egresada de la Universidad Autónoma de Nuevo León y certificada por el Consejo Mexicano de Medicina Interna, quien además es investigadora por el Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT.
“El servicio social se diseñó para acudir a centros de salud rurales regularmente, o suburbanos”, expresa, “en base a eso se distribuía el personal de la salud recién graduado de medicina, de enfermería y de otras ciencias de la salud una vez que han terminado todos sus años de formación en medicina y su internado de pregrado”.
Sin embargo, el CONACYT y la Secretaría de Salud determinaron que era posible dedicar el tiempo del servicio social de los próximos profesionales de la salud, a la investigación.
“El CONACYT, como órgano de investigación, plantea que el programa de investigación en el que determinado estudiante quiere participar es valioso para las ciencias médicas y puede dedicar su año de servicio social a trabajar en ese proyecto”, indica la Dra. Cantú.
En este sentido, indica que para que el alumno de pregrado participe de esta modalidad, debe contar con el aval de un investigador reconocido por el CONACYT que forme parte del Sistema Nacional de Investigadores. Además, dentro de los proyectos de investigación debe haber un estudiante de posgrado y un profesor, cuando menos.
“De hecho, la facultad de medicina ha propuesto que la forma correcta o ideal para trabajar en investigación es algo que ellos llaman el ‘trinomio perfecto’, que consiste en el alumno de pregrado que recién se va a graduar y se va a integrar al grupo de investigación, al menos un alumno de posgrado que puede ser uno de los residentes del área, y al menos un profesor”.
“Puede haber varios de cada uno, pero al menos uno de cada uno”, agrega”, “y así garantizas que tu estudiante, que va a terminar su tiempo de estudio y va a pasar al servicio social para tener derecho a tener un título profesional, está no sólo ayudado y auspiciado por un profesor, sino también un estudiante de posgrado que también es médico y que tiene quizás un poquito más de experiencia”.
En este sentido, agrega que al día de hoy tienen en el Servicio de Hematología del Hospital Universitario, U.A.N.L., personas que ya son profesores y que hicieron su servicio social en esta modalidad.
“Nuestro primer alumno del servicio social de investigación, hace algunos años, fue la Dra. Luz del Carmen Tarin Arzaga”, indica, “ella ya tiene 10 años o más de ser aquí maestra, entre otros que se han integrado”.

Una modalidad de servicio social exigente

¿Qué se necesita para hacer el servicio social en investigación? Primero, tener el tiempo y, segundo, que el estudiante sea sobresaliente en sus actividades académicas.
“Necesitas que te vaya bien en la escuela, por qué primero es la obligación y después la diversión, si consideras que la diversión es dedicarte a investigar”, expresa la Dra. Cantú, “entonces, primero la obligación de ser estudiante y que te vaya bien y, si te va bien, y te sobra tiempo, entonces acércate con nosotros y vamos a ver qué tenemos para ti… si no soy yo, es algún otro colega porque eres un buen elemento que le va bien en la escuela, eres comprometido y tienes tiempo”.
“Tienes que estar dispuesto a dedicar el tiempo y tienes que aprender nuevas competencias y habilidades, como metodología de investigación, análisis estadístico, pensamiento crítico… una serie de habilidades y competencias que van más allá de las aprendidas en la escuela de medicina”, agrega.
A todo esto, finaliza expresando que, en el Servicio de Hematología del Hospital Universitario, U.A.N.L., se hace investigación pero también el estudiante de pregrado asiste a sesiones clínicas: “Tienen un rol activo que va de acuerdo con los deseos y aspiraciones del mismo estudiante”.